¿ Quiénes son los Cinco cubanos prisioneros en Estados Unidos ?
Cinco jóvenes profesionales que decidieron dedicar sus vidas, lejos de su patria, a la lucha contra el terrorismo en la ciudad de Miami, centro principal de las agresiones contra Cuba.
Antonio Guerrero (Miami, 1958) Ingeniero en Construcción de Aeródromos, poeta, dos hijos.
Fernando González (La Habana, 1963), casado, graduado del Instituto de Relaciones Internacionales (ISRI), del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
Gerardo Hernández (La Habana, 1965), casado, graduado del ISRI, caricaturista.
Ramón Labañino (La Habana, 1963), casado, tres hijas, graduado de Licenciatura en Economía en la Universidad de La Habana.
René González (Chicago, 1956), casado, dos hijas, piloto e instructor de vuelo.
¿Por qué estaban en Estados Unidos ?
Partieron hacia ese país para obtener información sobre los planes de las organizaciones terroristas que tienen su base de operaciones, desde hace muchos años, en la ciudad de Miami, entre ellas, la Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), El Consejo para la Libertad de Cuba (CLC), Hermanos al Rescate, Movimiento Democracia, Alpha-66 y otras muchas de conocida trayectoria delictiva.
Entre las actividades terroristas de esos grupos se cuentan numerosos sabotajes y agresiones contra Cuba, con un saldo de miles de muertos, heridos y grandes pérdidas económicas, contrabando de armas, drogas y personas e, incluso, han fraguado cientos de planes para tratar de asesinar al presidente cubano Fidel Castro y realizado acciones terroristas en el propio territorio estadounidense y en terceros países.
Violaciones del debido proceso :
Los cinco fueron sometidos a un juicio manipulado en la propia ciudad de Miami, completamente hostil y dominada por la mafia de origen cubano, donde era imposible realizar un proceso justo e imparcial, a tenor con las propias leyes de los Estados Unidos y del Derecho Internacional.
Los sectores anticubanos desataron una falaz e intensa campaña propagandística para presionar a la opinión pública de Miami y al jurado, lo que fue reiteradamente denunciado por los abogados de la Defensa, quienes presentaron varias mociones de solicitud de un cambio de sede que fueron rechazadas.
Lo anterior viola la letra de la Quinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos que expresa : “...a nadie se le privará de la libertad sin el debido proceso legal…” y también se viola la Sexta Enmienda que señala : “...en toda causa criminal, el acusado gozará de ser juzgado rápidamente y en público por un jurado imparcial…”
Durante todo el proceso legal las autoridades obstaculizaron el trabajo de la Defensa al demorar y limitar el acceso solo al 20 % de la documentación sospechosamente clasificada como secreta y aún, cinco años después, se les impide acceder a esos miles de documentos para sustentar el proceso de apelación.
¿Cuáles fueron los cargos imputados ?
• Conspiración para cometer asesinato en primer grado
Gerardo Hernández fue el único acusado de este cargo por propiciar supuestamente el derribo, el 24 de febrero de 1996, de dos avionetas de la organización terrorista Hermanos al Rescate. Al final del proceso la Fiscalia comprendió que no podía probar este cargo según las instrucciones dadas por la jueza por lo cual solicitó a la Corte de Apelaciones de Atlanta fuera desestimado. La apelación no prosperó y contrario a toda lógica, el jurado lo declaro culpable.
• Conspiración para cometer espionaje
De este cargo fueron instruidos Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero. Ninguno de ellos realizó actividades de espionaje contra Estados Unidos pues, según establece la ley norteamericana, un espía es aquella persona que roba u obtiene documentación clasificada como secreta, debidamente resguardada con el propósito de entregarse a un gobierno extranjero. Durante el juicio no hubo evidencias de que ellos hubiesen obtenido información del gobierno de los Estados Unidos o información peligrosa para la seguridad de este país.
Varios expertos y autoridades, como los generales Charles Whilhem y Edward Atkinson, el almirante Eugene Carol y el coronel George Buckner testificaron que los acusados no tenían acceso a información clasificada e incluso James Clapper, ex director de la Agencia de Inteligencia del Pentágono, testigo de la Fiscalía, reconoció que los acusados no habían realizado espionaje contra Estados Unidos, sin embargo, sus testimonios no fueron tomados en cuenta, lo que ratifica la arbitrariedad del fraudulento proceso de marcado signo político.
Los cinco cubanos tenían exclusivamente la misión de obtener información sobre los planes de los grupos terroristas radicados en el sur de La Florida los que, mas allá de los desatinos del proceso judicial, no forman parte del gobierno de Estados Unidos.
• Conspiración para cometer delito contra Estados Unidos
De este cargo fueron acusados los cinco cubanos cuando ellos exclusivamente buscaban información sobre los planes que fraguaban las organizaciones terroristas radicadas en Miami y, bajo ningún concepto, otras que pudieran afectar la seguridad nacional de Estados Unidos, lo que fue probado por la Defensa y ratificado por varios testigos durante el proceso.
• Identidad y documentación falsa
Para poder penetrar y enfrentar los planes de esas organizaciones, tres de los cinco luchadores antiterroristas se vieron ante la necesidad de ocultar sus verdaderas identidades.
En Derecho existe la doctrina de Estado de Necesidad la cual sostiene que para evitar la comisión de un delito mayor- en este caso asesinatos y actos de terrorismo- justifica se pueda incurrir en delitos menores, como utilizar identidad y documentación falsas para proteger sus actividades y sus vidas, tomando en cuenta que los cinco jóvenes actuarían en medio de grupos de asesinos y terroristas de largo historial.
• Agentes no registrados de un gobierno extranjero
Tomando en consideración los objetivos de su trabajo, los peligros que este entrañaba y la sistemática política de hostilidad del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba no era posible que los cinco se registrasen como agentes del gobierno cubano.
Es un hecho ampliamente conocido que esos grupos terroristas y sus cabecillas actúan impunemente en Miami y gozan de la protección de sus autoridades. El propio jefe del Buró del FBI en Miami, Héctor Pesquera, declaró que los dirigentes de la Fundación Nacional Cubano-Americana y del Consejo por la Libertad de Cuba eran personas respetables y de absoluta confianza, reiterando que jamás investigarían oficialmente las actividades de aquellos que auspician y financian las acciones terroristas contra Cuba.
Si ambas organizaciones son las principales responsables de la mayoría de los actos terroristas cometidos contra Cuba en los últimos 15 años, ¿ Que les hubiera pasado a los Cinco si se hubieran registrado ante las autoridades de Miami como personas que trabajan para el gobierno de Cuba ? Por eso es que se vieron forzados a no registrarse como agentes de un gobierno extranjero.
Injustas y desmesuradas sentencias
Después de un proceso ilegítimo la jueza, que no aceptó ninguna de las atenuantes de la Defensa y aplicó todas las agravantes de la Fiscalía, dictó sentencias desmesuradas e injustas, aplicando las máximas condenas en cada caso, aun cuando los cargos principales no pudieron ser probados, vulnerando, entre otros, el Articulo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas que refrenda “... toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial…”
(freethefive.org)
¿ Quiénes son los cinco ?
Ellos son cinco cubanos que cumplen largas sentencias en cárceles de Estados Unidos, simplemente por defender su país de acciones terroristas por parte de grupos de extrema derecha de Miami. Ellos fueron sentenciados a condenas que van desde 15 años a cadena perpétua.
[B]Ellos nunca significaron una amenaza para nadie,[/B]sin embargo hoy están en prisión, cuando los terroristas que ellos trataron de detener, caminan libremente por las calles de Miami. ¿Cuáles fueron las acciones de estos patriotas cubanos? Detener los grupos terroristas de Miami. Ellos sólo monitoreaban las accciones de estos grupos e informaban al gobierno cubano, para impedir actos terroristas en territorio cubano. Ellos nunca monitorearon o ejecutaron labores de espionaje sobre instalaciones pertenecientes al gobierno norteamericano.
Los nombres de los cinco cubanos son: Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René González, y Fernando González. Ellos fueron convictos por la corte federal de Estados Unidos, en un juicio cargado de implicaciones políticas. El gobierno de EE.UU. los ha acusado de haber realizado labores de espionajes en bases militares norteamericanas, poniendo en peligro la seguridad nacional. Estos cargos de espionajes-como los otros cargos- han sido una fabricación total; en 14,000 páginas de transcripciones ni una sola evidencia de espionaje fue probada.
Estos cinco cubanos estaban solamente envueltos en monitorear las acciones de grupos de extrema derecha de Miami. Estos grupos, como Omega7, Alfa66, Hermanos al Rescate, Brigada 2506, y Comandos F4, han causado la muerte de miles de cubanos. Algunos de los líderes de estas organizaciones estuvieron implicados directamente en los intentos de evitar el regreso del niño Elián González, hacia su patria con su padre.
Por más de 40 años los grupos anticubanos de la extrema derecha han estado involucrados en incontables acciones terroristas, en contra de Cuba, en contra de cubano-americanos y todo aquel que está a favor por la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Estas organizaciones terroristas fueron creadas con el financiamiento, entrenamiento y apoyo de la CIA desde los primeros años del triunfo de la revolución cubana. Su único propósito fue sembrar el terror y la violencia contra el pueblo de Cuba, después que ellos habían derrotado la tiranía de Fulgencio Batista y comenzado a construir una nueva sociedad.
Un ejemplo de esto es la voladura en pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación por conocidos terroristas de extrema derecha, Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, el 6 de octubre de 1976. En esta salvaje explosión del avión cubano en pleno vuelo murieron 73 personas inocentes.
Bosch y Carriles han sido por largo tiempo ya, agentes de la CIA, entrenados en sabotajes y asesinatos. Después de algunos años en prisión a Bosch le fue permitida su reentrada a territorio norteamericano, en 1980. Cuando el departamento de justicia trató su deportación en 1989 por haber cometido una serie de acciones violentas, el presidente George Bush, le otorgó un perdón presidencial. Hoy en día Bosch vive libremente en Miami, aún siendo responsable de la muerte de 73personas inocentes.
Por los continuos fallos y rechazos por parte del gobierno norteamericano para actuar en contra de estos bien conocidos criminales, quienes tenían como único objetivo causar la muerte y destrucción del pueblo cubano, Cuba encontró necesario-para defenderse de estos actos terroristas-enviar a territorio americano, estos 5 hermanos.
Gerardo, René, Antonio, Fernando, y Ramón son inocentes y deben ser liberados. Fue un gran riesgo por parte de cada uno y mucho sacrificio personal para infiltrar tales grupos.
LOS CINCO COMPAÑEROS SON HEROES, NO CRIMINALES
¿ Por qué son inocentes ?
Estos 5 jóvenes cubanos arriesgaban sus vidas por defender la patria del terrorismo de la mafia de Miami.
Sus acciones de espionajes estan justificadas, porque en ningún momento espiaban para el gobierno norteamericano sino en organizaciones terrorista de la mafia anticastrista, gracias a ellos se reveló la captura de un team que pretendía infiltrarse en el país para realizar acciones terroristas que incluían la destrucción del cabaret Tropicana.
Mientras Estados Unidos no actúe sobre uno solo de los hechos denunciados o condene a los criminales que se pasean por Miami, Cuba tiene todo el derecho de buscar información para defender la vida de su pueblo.
Los cinco cubanos arriesgaron sus vidas en las entranas mismas del monstruo para descubrir e informar los planes terroristas de la mafia anticubana.
René González, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández fueron hallados culpables por un jurado prejuiciado, desinformado, y bajo colosal presión por parte de las autoridades, los medios de información masiva y la atmósfera venenosa de la Florida.
Entre las principales acciones, que contaron con total impunidad y tolerancia de las autoridades estadounidenses, mencionaron las continuas infiltraciones de elementos mafiosos con abundantes armas y materiales explosivos, financiados por la Fundacion Nacional Cubano Americana (FNCA), y que en todos los casos fueron exonerados de cargos y responsabilidades.
En 1994 cuando la economía tocó fondo y comenzó el camino de la recuperación, se contabilizaron más de 10 hechos violentos y se recrudeció la incitación a las salidas ilegales.
También denunciaron la utilización de una avioneta del Departamento de Estado norteamericano para regar sustancias con la dañina plaga Thrip Palmi sobre plantaciones agrícolas cubanas.
No escaparon de la lista las 25 violaciones del espacio aéreo del archipiélago y de las normas internacionales por la organización terrorista Hermanos al Rescate, que incluyó el grave incidente del derribo de dos avionetas piratas, el 24 de febrero del 96, pretexto empleado para imponer la Ley Helms-Burton.
A lo largo del año 97 esos inescrupulosos elementos, apoyados y financiados por la FNCA, hicieron estallar bombas en los hoteles capitalinos Melia Cohiha, Capri, Nacional y Sol Palmera de Varadero, así como también frente a las oficinas de Cubanacán en México y de Havanatur en Bahamas.
El 4 de septiembre de ese año se hicieron detonar explosivos en el restaurante la Bodeguida del Medio y en los hoteles Tritón, Chateaux-Miramar y Copacabana, en este último donde resultó muerto el turista italiano Fabio Di Celmo como consecuencia de esa explosión. A partir de estos actos criminales fueron detenidos dos ciudadanos salvadorenos y otros tres guatemaltecos, vinculados al connotado contrarrevolucionario Luis Posada Carriles.
En el 97 se organizaron planes de atentados contra el presidente Fidel Castro para ser ejecutados durante su asistencia a la VII Cumbre Iberoamericana, de Isla Margarita, Venezuela, cuyos ejecutores fueron apresados con un alijo de armas, juzgados en Puerto Rico y finalmente absueltos.
Otro intento de magnicidio contra Fidel se pretendió efectuar durante su visita a República Dominicana en agosto del 98, en el que estuvo implicado nuevamente Posada Carriles.
Por otra parte, se deben recordar las infiltraciones de elementos terroristas en abril y mayo del 98 por el norte de la provincia de Matanzas y la región de Santa Lucia, en Pinar del Río, respectivamente.
También la captura de un team de terroristas que pretendía infiltrarse en el país el 26 de abril de este año por la costa norte de Villa Clara. Tropas Guardafronteras apresaron a los ciudadanos de origen cubano Ihosvani Suris de la Torre, Máximo Pradera Valdés y Santiago Padrón Quintero, todos radicados en Miami y respaldados por las organizaciones contrarrevolucionarias FNCA, Alfa-66 y Comandos F-4.
Así como la captura en Panamá, el 19 de noviembre del 2000, de un grupo contrarrevolucionario dirigido por el propio Posada Carriles, que pretendía atentar contra la vida del Presidente cubano, a riesgo de cientos de vidas de estudiantes, durante la X Cumbre Iberoamericana, caso aún no cerrado y en el que Cuba exige justicia.
Además, de todo este prontuario ilegal, entre los años de 1990 al 2001 las autoridades cubanas tuvieron conocimiento de 16 planes más de atentados contra Fidel, ocho conspiraciones para asesinar a otros dirigentes de la Revolución, y 140 actos terroristas.
Parte de esas acciones terroristas fueron frustradas, desestimuladas y obstaculizadas por el trabajo de los órganos de Seguridad del Estado y de inteligencia del país, en colaboración con los patriotas cubanos, quienes a riesgo de sus vidas desde EE.UU han obtenido información sobre esas operaciones.
Esos jóvenes, pues no han cometido delito alguno, lo que hicieron fue para salvar al pueblo cubano y estadoundiense del accionar vandálico y terrorista de la mafia de Miami.
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